Yacen impasibles. Al madurar, el
tejido
Cambia, oscurece, como si la
rigidez llegada
sea una con el mismo: la
tensión
De la inmovilidad se ha hecho
un arcano; de nuevo
Con la atención desgarrada y
esmerada, guarda
Su paz como la expresión de
los ojos lejana
Mirada de la materia, un
hueso ignoto
De acontecimientos
aparecidos, un codo cercano
De todos los días y
entreluces vividos; mientras la noche
Al ser natural, no ha cedido
y no permite
La porosidad: allá es denso
donde es parda la adición
De las palabras sencillas,
una fuerza muda
Detrás de las palabras. Los
años de silencio
En lo profundo de las aguas y
el estar atravesado
Enteramente por la corriente
sin el aire –
Aquí no hacen falta gestos,
Y habla con la misma
aparición de la cosa
Alta quietud sin pretender de
ser oída.
Y que importa, sea mucho o
poco, todo allí se ha quedado
Como un río.
Julio de 2020 Traducción de Sergei Batonov
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