En
otra ciudad la
forma de tu sexo
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se aproxima
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y vive aún la alta sombra inclinada
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en una jaula mágica
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Recuerdas Rodrigo
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la danza inmóvil y el fuego casto
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Presuroso el carnaval inundado por el sol
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leve tu
cuerpo se dejó caer invisible
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bajo el cielo ámbar poblado de estrellas
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El rumor fatigado
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Mis delgadas piernas atadas
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Mi colina encendida por tus ojos
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entre el gentío desgarbado y los colores
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el sudor y el bullicio
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tan cerca tu cuarto incestuoso
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tan cerca nuestra respiración
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y el contorno de mi cuerpo
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que nacía de tus manos tímidas
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