Y me vi cuajada en tus ojeras
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pero no eras tú… era la noche…
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era el perfil azul del infinito
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derramando de tus ojos mi quimera…
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Y me vi en la tristeza perfilada
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con el cuerpo ya vacío sin mi calma
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que fluctuaba en la esquina del recuerdo
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donde afina el canto la cigarra…
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Es de noche si… ¡ya es de noche!
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En tinieblas se pierde el horizonte,
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pensamientos se agitan en acordes
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de tristeza al borde de mi calma.
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Cuando el sol se suicida cada tarde
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frente al mar donde muere el egoísmo
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de sufrir por perderme en soledades
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mientras vierte la noche sus vestigios.
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Y es la noche que acongoja tu recuerdo
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y me quema la sangre de las venas
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mientras veo el resplandor de tus ojeras
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pero no eres tú… ¡es la noche que me quema!
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