viernes, 6 de marzo de 2015

Nuestro pan por Miguel Antonio Morales

Cuánto corriste entre atardeceres
Allí en la loma despintada donde fuiste el
color,
Cuánto navegaste entre tus propias lágrimas
Fugándote entre flores que se hacían trompeta
Al correr hacia mí;
No era alegría la que dormía en tus ojos
Sino una esperanza auspiciada por el sol
Que amaba cerca y miraba tan lejos
Conectada a un esbelto caballo blanco imaginario.
         El tiempo nos ha decantado de las estatuas que
esculpimos
Mezclando la ternura y la piedra para hacer nuestro
pan.
         Hoy, mañana y los próximos días
Pese a todos los pronósticos
Pese al útero de esta aparente venganza
incomprensible
De los hados
Sigues danzando en mi ciudad



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