jueves, 30 de noviembre de 2017
NATURALEZA MUERTA por ANA MARIA GARCIA SILVA
Toda
mesa comprende al hombre y lo anima en el binomio
a
solo, a congregado, a solo.
Toda
mesa está comprendida en el nombre de la cruz
y
en los cruzamientos
sin
embargo
alguna
vez sufre (o ha sufrido) la tal profesa herida
de
la bagatela
alguna
vez en ella escatimados.
Inesperadamente
llega la noche sobre la mía
las moribundas partículas de la imagen directriz
hacen
malabáricas
figuras.
Queda
la arcilla
las
manos pardas
el
oscuro musgo en las comisuras
las
candelas encendidas
el
vino opaco.
(En “La poesía nos une”. Selección MaritaTroiano.
Carpe Diem editora)
lunes, 27 de noviembre de 2017
CAMINANTES por ERNESTO LOBO
Frágil densidad en este acopio de vida
Un esquivo espacio
Por donde zampoñas
llenan el aire
Con mágicos
zumbidos
Y estrellas que en vericuetos de fuga
Cruzan por entre
opacas nubes…
En este límite sur
de la tierra
La noche se parece
al día
Brillos de todos
los extremos se entrelazan
Con el vahído de la
soledad
Mientras ruedan los
colores embebidos
De indomables
ensueños…
Es posible por aquí
Entonar una canción
Gritar estrofas
cargadas de monocordes versos
Sabiendo que el indómito
eco
Los devolverá en
quebrada melodía…
En esta lánguida
tierra existo
Porque esa ha sido
siempre
La esencia libre de
los caminos
Que sin duda
soportan hueso y carne
De errantes y
furtivos caminantes…
jueves, 23 de noviembre de 2017
PERU MIO por ELVIRA ORDÓÑEZ
Perú mío, tu
tiempo es plomo hervido
en la dura batalla del silencio.
Tu tiempo es el herido que aún espera
un alivio de luz, de amor, de trigo.
Perú mío de roca oronevada,
de choza y papas huérfanas,
de coca labradora de olvidos,
de ojota blanquecina con largas caminatas…
que casi nunca llegan.
Tu tiempo es un reloj crucificado
deteniendo tus brotes ateridos.
Hoy contemplo tu herida
dolidamente abierta a la esperanza.
No sé cómo cantarte,
no sé como callarte,
no sé cómo decirte que eres mío y extraño.
Desarraigado en ardua geografía
estás cerca…y tan lejos,
estás lejos ¡tan
hondo!
Ansío que rompas las compuertas
de tus horas fecundas
y te lluevan los libros y la leche
desde todas las ubres del destino.
Comenzará el transcurso para tu tiempo herido,
cuando tu cuerpo mutilado se una
y se unifique tu color en una sola sangre
porque sus sombras
congeló los siglos.
lunes, 20 de noviembre de 2017
EL AVE por Susana Roberts.
El ave abrió las
esporas
a la hora de la
siesta
ventiló un
serpenteo viril
montado en la
brisa
se volvió
ángel
nube niebla
música
invernando los compases
volteando
hojas y
racimos en
circuito
abrió
celdas de cuervos azules
ensanchó
el aleteo
en nidos de
golondrinas y
mojó la piel
el sabor de la
vid
en los
labios
la
partitura de los mares
premio mención especial-Esteiddfod del Chubut 2013jueves, 16 de noviembre de 2017
DE LUNARES Y BESOS por Lilian Viacava Dama de la Poesía
Son tus labios ávidos de ternura
de mi piel bañada por la luna
donde muestro el destello
de una estrella, salpicada tras mis velos...
Y curiosos tus ojos y tu boca
se encaminan bajando por mi espalda
de la torre de mi cuello a la planicie
de mi vientre hasta mi ombligo
asombrado insolente y redondeado...
Tu codicia se permite libertades
penetrando sin permiso
mis verdades que despiertan
al embrujo de tus versos
desplegando tus ansias inconscientes...
Donde enciendes llamaradas
buscando ese lunar que se promete
al placer y al deleite
de tu beso enamorado...
de mi piel bañada por la luna
donde muestro el destello
de una estrella, salpicada tras mis velos...
Y curiosos tus ojos y tu boca
se encaminan bajando por mi espalda
de la torre de mi cuello a la planicie
de mi vientre hasta mi ombligo
asombrado insolente y redondeado...
Tu codicia se permite libertades
penetrando sin permiso
mis verdades que despiertan
al embrujo de tus versos
desplegando tus ansias inconscientes...
Donde enciendes llamaradas
buscando ese lunar que se promete
al placer y al deleite
de tu beso enamorado...
lunes, 13 de noviembre de 2017
Dame de beber por José Ramallo
Dame sensaciones,
que afiancen esta
convicción.
Aprieta el pudor,
que así quiero
estar.
Besa sin consuelo,
y hazme suspirar
No me aleja de tu
recuerdo
este grisáceo huir.
Nada más tuve
miedo,
y no lo supe fingir.
Enciende una sonrisa
escandalosa.
Apaga esa seriedad
borrosa.
Vuelca tus silencios
oblicuos.
Humedece esta oscura
melancolía
Encarna una nueva
jubilosa identidad
Acércate a mí, y dame
de beber con tu rechazo
Necesito volver
a lamer
el fervor de lo
ajeno sin fin.
que afiancen esta
convicción.
Aprieta el pudor,
que así quiero
estar.
Besa sin consuelo,
y hazme suspirar
No me aleja de tu
recuerdo
este grisáceo huir.
Nada más tuve
miedo,
y no lo supe fingir.
Enciende una sonrisa
escandalosa.
Apaga esa seriedad
borrosa.
Vuelca tus silencios
oblicuos.
Humedece esta oscura
melancolía
Encarna una nueva
jubilosa identidad
Acércate a mí, y dame
de beber con tu rechazo
Necesito volver
a lamer
el fervor de lo
ajeno sin fin.
jueves, 9 de noviembre de 2017
YO SOY EL JEFE PARA SERVIRLE Por GLORIA MENDOZA BORDA
Nos enviaron al barrio de Nazarenas
unos perros flacos
hundidos
reciben mi toque
allá al acecho esos ladridos son una señal de temor.
Casa 139
Lavandera y un hijo colegial
viven solos
exprimiendo fango de indigencia
una flor de silencio
en el corazón.
Casa 140
Don Nazario agricultor
vive con sus cinco menores hijos
la madre murió en parto
están en espera
de la llegada de la muerte
oh pequeña de diez años
convertida en madre
girasol “guagua”
flor de congoja
qué aliento
a incienso
me dueles tanto
(ya no tengo ganas
de seguir censando)
Casa 141
Una muda toma mi mano
y me conduce por un patio
pequeña flor silvestre
entiendo tu mudez
porque igual que tú
largamente sé tomar
solo silencio
como patraña de violencia
¿quién podrá salvarlos?
Entonces ocurre
Lo que sucedió.
Casa 142
José un escuálido padre
vive con su niño
Santuco pastor de ovejas
ojitos de capulí
jinete en los caminos
acechanza de ríos
pastor de nubes
patria mía
grito
imploro
quisiera todas las brújulas
todos los juguetes para los Antuco.
En “La poesía nos une”, selección de MaritaTroiano, Carpe Diem editora.
Fragmentos.
Ayacucho, censo 1981
lunes, 6 de noviembre de 2017
PRIMERA APARICIÓN DE KAELA por ENRIQUE SANCHEZ HERNANI
Kaela es un ángel que trina en la mañana
copiando un pentagrama enganchado a la última llave de nácar
del saxofón de plata con el que algunas veces Dios
da conciertos por este planeta.
Kaela abre los ojos y la tarde inmediatamente se enciende
levanta un pequeño dedo y el mundo se desplaza
del lugar donde malgasta su enigmática pereza
gira la cabeza y la Vía Láctea se detiene
mira al otro lado y llueven enormes meteoritos de oro
que las flores miran pasmadas dándose un baño
con tan resplandeciente diluvio.
Kaela vuela y vuela por toda la casa
con su inocente apariencia y por su garganta pasa el viento
convirtiéndose en un maravilloso silbido.
Kaela vuela rozando las lámparas iluminadas
escondida tras el ala de una elegante mariposa celeste
vuela encaramada en una aeroplano de madera
vuela agitando sus pequeñas manos
solo vuela para que nosotros podamos verla
y en el último giro que da en el breve espacio de la casa
se detiene
sonríe
y viene a darme un beso.
Del
libro 'Catálogo del maestro de obras', de reciente aparición)
jueves, 2 de noviembre de 2017
A VECES VALE LA PENA por ERNESTO LOBO
A veces, cuando las nubes alzan vuelo
|
Veo encender las brasas
|
De un mustio color ocre,
|
Cómo suenan entonces las ramas
|
Doliéndose del viento
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Batiendo sus hojas sobre la tierra
|
Encendiendo la tarde…
|
|
A veces, digo, cuando a baja voz
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Dejas secretos encaramados
|
Que no llego a escuchar
|
Creo que el último trago
|
Fue tan amargo que las copas
|
Rodaron y no serán recogidas…
|
|
Eso porque a veces
|
Si doy dos pasos hacia las sombras
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Es porque pienso que la noche
|
Será más dulce
|
Que su placidez me inundará con suaves
cantos
|
Que esconderá los rostros fieros
|
Que acallará el tronar a duendes y huesos…
|
|
Digo que a veces
|
Con el morral a la espalda
|
Culminando el camino
|
Podré tener a mis pies y
|
A un lejano palmo de la mano
|
La entera ciudad de los dioses…
|
|
Eso lo digo por decir
|
Sabiendo que la montaña es blanca
|
Cuando la pálida luz de los cielos
|
Deja sus huellas en ella
|
Que es tan verde como el amanecer en
primavera
|
O tan negra como la última sombra de la noche…
|
|
Hoy, voy a abrazar un largo silencio
|
De aquellos que languidecen con la vida
|
Voy a conservar una voz seca
|
La voy a desgranar segundo por segundo
|
Porque de aquel silencio
|
Seguro nacerá un sólido grito
|
Un grito contra los muros
|
Un grito repetido y reiterado
|
Un grito sin secretos
|
Aquel que romperá el falso dilema
|
Que fragmenta la vida de la muerte…
|
|
Entonces hablaré con voz entrecortada
|
En tono extraño
|
Entonaré nuevos versos y vieja prosa
|
Entonces mi voz te dirá
|
Que todo
|
En absoluto todo
|
Valió la pena…
|
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