Tormenta
cercana de una de esas tantas noches, me regaló un botón amarillo.
Sus pequeños
orificios en ligero relieve invertido, me miraban.
Otros caen
aún disparejos, insonoros y van rodando por la acera,
Posándose, luego
de un vuelco circular, en puertas entreabiertas.
Pero hasta
mi rodó él; pálido, ovalado y hueco.
Al frente,
uno rosa con alas de libélula en verde opaco,
Privilegios
de la lluvia de destellos,
O quizás, de
un planeta imaginario llamado Boterra.
Cuando
escampe la tormenta, y no haya más botones rondando en mi ciudad,
¿Qué hacer
con el pequeño amarillo?
¿Dejarlo
pendiendo del alfiler que lo sostiene desde que lo recibí?
¿Atesorarlo
en el cofre de botones tormentosos?
¿Sabrá usted
si existe acaso,
Un manual
para botones imaginarios,
Caídos en
una de esas tantas noches en la ciudad?
ResponderEliminarSusana Roberts
Aplausos a esta edición..me encantó Ernesto Lobo y Claudia Cáceres, hermosa poesía , fertil y preciosa!
Cariños
Susana
El boton amrillo es muy hermoso fantasticasu creación me gusto que tenga alas de libélula
ResponderEliminar