El mar sin duda me hizo viejo
Al golpe de inquietas mareas
Retardaba la hora del encuentro con el horizonte…
Me maltrató soltando amarras
Quebrando el mástil
Confundido con los vientos
En un desvío contra los arrecifes…
Nunca fue cierto que sirenas
Al embrujo de cantos fueran fuente de perdición
Tampoco que aves en bandadas anunciaran
La proximidad de una costa…
Aquellas redes
Las que cuelgan del barandal
Son del todo inútiles
Los peces ya no existen
Con largas patas saltaron
Para perderse en las tierras altas
Por donde mi cansado cuerpo
Ya no será capaz de andar…
El mar ha sido un cruel destino
Ahora que dejo la barca a la deriva
Siento un frío correr el alma
Que también habrá de naufragar vacía…
Apreciado Tocayo: Me encanta tu gran poema marino florido en bellas metáforas muy bien plantadas. Te felicito.
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