Con sus brazos extendidos
como para abrazar el cielo
pide comida la mujer afgana
para su hijo hambriento.
Pero sus ruegos no mueven
a humano alguno
ni al cielo.
Editorial Cielo Gris
Con sus brazos extendidos
como para abrazar el cielo
pide comida la mujer afgana
para su hijo hambriento.
Pero sus ruegos no mueven
a humano alguno
ni al cielo.
Conmovedor
ResponderEliminarToda una imagen...
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