En los angostos detalles
como en las barrocas formas
he cruzado atrios y umbrales
zaguanes y salones de té…
Cargando una levita al hombro
con escarpines enlucidos
y al compás de un vals
me entrometí al encuentro
de tardes tibias
de coloquiales pares…
Alejado de las jacas
el olvidado carruaje
entre sedas y tafetán
conserva las seductoras citas
concertadas en la plaza central
entre susurros, suspiros y encendidos ojos…
Es desde aquella foto sobre el librero
opaca en sepia luz
la que cuenta del hacer entonces
cuando al morir la tarde
un té con una brizna de licor
servía para hablar de la nostalgia
de un mundo acaecido…
Se dice que recordar es vivir, amigo poeta y !cuánto ayudan las fotos en estos menesteres! Gran poema amigo. Va mi aplauso sonoro.
ResponderEliminarGracias Ernesto
EliminarEs desde aquella foto sobre el librero
ResponderEliminaropaca en sepia luz
la que cuenta del hacer entonces
cuando al morir la tarde
un té con una brizna de licor
servía para hablar de la nostalgia
de un mundo acaecido… BELLO POEMA