Como fatigadas caían
las delicadas gotas de invierno
mientras andaba…
Semejantes a lágrimas lunares
que a escandinavos mares
ansiaban llegar…
Y finalmente aquí
a las cimas más apartadas
de las cumbres más alejadas,
del refugio de mi corazón
se posaron húmedas
y en cristales trasmutaron.
Bello poema, Javier Valenzuela.
ResponderEliminarGracias por compartirlo
Bello poema...
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