miércoles, 17 de agosto de 2022

MADRE POR DORA LUZ MUÑOZ DE COBO

 

Erguida y hermosa

como el nevado del Cumanday junto al que nació. 

 

Amaba a los perros,

a las plantas y al mar.

Asumió siempre el liderazgo

de la unión fraternal.

 

Sus manos bordaban

 con hilos de sueños, la historia de la urdimbre familiar.

 

Siendo aún muy joven

fue la musa de su esposo,

bajo los acordes del Bésame Mucho 

en la voz de Pedro Vargas,

y sus demás canciones

que tarareaba aún

en la niebla del olvido.

 

Desbordaba alegría

y hasta bailaba con el palo de la escoba al son del Manizales de su alma.

 

Cruzó el Umbral hacia el silencio, enredado su cerebro

con guirnalda de nieves

que ceñía sus sienes.

       

Su lugar sagrado era el océano. 

En coro, los hijos la llevamos

a la presencia de la eternidad 

rodeada de peces en su adorada isla.

 

Yo miraba el oleaje del mar absorta en las barquitas hechas de hojas donde desaparecieron

sus cenizas.

 

Bajo algas y conchas, alcancé a divisar el cofre, posado sobre las raíces de un árbol, 

mientras abrazada a mis hermanos 

se fundían en una sola nuestras lágrimas.

 Derechos Reservados de autor-Cali Colombia 










1 comentario :

  1. Hermoso y sutil expresión para recordad a un ser que ha sido muy especial en tu vida. Bello poema. Felicitaciones.

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