domingo, 28 de agosto de 2022

ARDIENDO por MARIA FERNANDA VILLEGAS

 

Cuando el alma se queda muda,

agobiada por el dolor,

humano es el cuerpo

que, vencido, se rinde

ante el silencio.

 

Valiente es,

en cambio, el intelecto

que incinera sus miedos

con lágrimas de fuego,

devolviéndole la palabra,

la voluntad y la vida.








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