Y esperar a que llegue la rama de este olivo
prendida del pico de la
paloma
preludiando puertos de
prosperidad.
Esperar a que escampen las
guerras y los diluvios,
que lleguen las mañanas cargadas
de promesas desarmadas.
En su lucha, Poseidón hizo brotar agua de una roca
y dio vida a un caballo que
explicaba la belleza,
pero Atenea, la que todo
lo sabe,
nos entregó el olivo y cerró
la contienda para siempre.
Las hojas perennes y milenarias
de este olivo poderoso
conforman la corona que engalana
al que vence
en buena lid, el mejor, el
más grande, el más veloz.
Deictico de la Paz y de la
tregua,
siempre señalas el cese
de las hostilidades.
Ramas de olivo
esperanzado, hojas de amistad,
fruto delicioso, ungüento
de reyes
que los hombres llevan para
cruzar
al otro lado de la laguna
Estigia.
Símbolo amigo, olivo, llevas
quince mil años
enseñándonos
el camino de la Paz.
Gloria Nistal. 1 de febrero 2022
0 comentarios :
Publicar un comentario