¡Epaieio!
¡Jekua Jey Yansá!
Saludo a
Iansá
La
belleza de una tormenta,
es
el viento juguetón,
que
entra en las casas,
y
levanta los techos
en
busca de amigos.
Alborota
las hojas de los árboles,
les
hace cosquillas a las ramas,
hasta
quebrarlas de la risa.
Algunas
caen al suelo
en
medio de carcajadas.
Les
saca los piojos,
esculca
sus raíces,
peina
sus barbas,
o
simplemente juega a las escondidas.
Con
cada árbol
que
encuentra,
lo
descubre con el toque,
de
su dedo más largo, el rayo.
La
belleza de una tormenta,
es
el viento juguetón
incomprendido…
…
arrasador
exuberante en su naturaleza.
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