Podría haber bloqueado todo acceso
levantar con piedras un muro
tal vez cavar una fosa
lanzar troncos encendidos a
la calle…
pero no,
sentado al costado del camino
esperé sabiendo que vendrían…
postrado agitaba mi única bandera
y a gritos rompí la calma
que cuando vinieron por mí
puesto en pie
los seguí tan tranquilo
que su ira fue aún mayor…
mis huesos no cayeron en fosa alguna
mis carnes siguen sin sangrar
mi voz aún reclama con viveza…
ahora desde esta cumbre de mármol
mando tropas henchidas de odio
tras aquellos que inventan
versos subversivos en la plaza…
es mi destino dijeron
una angosta maldición
en la que mis manos
se han manchado con
sangre amiga…
es mi destino dijeron
ResponderEliminaruna angosta maldición
en la que mis manos
se han manchado con sangre amiga…