Como la rosa efímera
y como la luz eterna.
Como el invisible aire.
Como el oro y la piedra.
Así me brindo desnuda
como el agua en la arena.
Con palabras mastico
el dulce de la granada
y convocó al amor
antes de desfallecer.
En un gesto
deslumbrante de llanto
y de risa,
me abro a la caricia
de un amanecer.
C.ROMÁN ( © Derechos Reservados )
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