Por George Floyd
Desde el suelo
con sabor a tierra y sangre
me he reído con cada golpe…
Le sonreí a tu furia…
Tan sólo eras una oscura costra
una perdida sombra de algún ser
cubierto de la escaza razón
que atrapado en sus agujereados nervios queda…
Le sonreí a aquella flor marchita
que se encuentra enquistada en tus ojos…
Tampoco dejé escapar el rojizo
manto que cubre tus venas
ciega en cada pensamiento…
Ya devuelto a la soledad
no creo poder alzar mis huesos
ni izar ánimo alguno…
Por ello beso el grosor del cemento
dejando que el último recodo de fuerza
termine por escapar…
Ya devuelto a la soledad
ResponderEliminarno creo poder alzar mis huesos
ni izar ánimo alguno…