Como el viejo
salmón que ya remonta
hacia el
cauce que vio nacer su vida,
y lejana
recuerda la partida,
la mañana
fluvial del agua pronta;
voy buscando
la fuente del origen
en escamas
bordadas de paisajes,
y entre días
sin fechas ni mensajes:
las
nostalgias presentes que me afligen.
Emigrante de
puntos cardinales,
las
distancias barridas por los vientos
no han podido
borrarme los momentos
que tejieron
los lazos fraternales.
A la sombra
tenaz de mis recuerdos,
me refugio
buscando en el pasado,
los instantes
eternos que han quedado
condenados
por crueles desacuerdos.
Mis hermanos
cayeron en las redes;
otros tantos,
amigos fallecidos.
Hoy retorno
detrás de mis olvidos,
y lo poco que
queda…para ustedes.
Volveré por
las dulces aguas quietas,
a cumplir con
el ciclo bendecido
por la ley
natural, que ha permitido
a los peces,
nadar tras de sus metas.
¡Esperadme!
Que traigo lejanías
en la piel,
arrugada de memorias,
y dejad que
les cuente mil historias
de las horas
perdidas de mis días.
Ya regreso
con luz atardecida
por las sales
de mares procelosos.
Ya regresan
mis labios ¡Oh dichosos!
con el beso
final de despedida.
Carlos Oyague Pásara
2-Septiembre-2018
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