Solía surcar aquel pasaje oscuro
carente de nombres carente
de emblemas
un ruido seco seguía
mis pasos
reiterando aquel remoto
eco repetido por los muros
en un agudo enredo
de palabras
gritadas
gemidas
lloradas al límite…
Entonces la última pulsión
emocional
violenta y sustancial
nada más por agregar
nada más por callar…
El silencio, me temo
es un pozo abierto,
mudo frente a cada
incierto amanecer
mudez opaca y gruesa
silencio que el sol
no osa retar
vacío invadido por el
frágil cristal
de una creciente
oscuridad...
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