Cuando la tempesta amaine
no ha de sobrevivir
ni la codicia ni el odio…
las hojas revueltas de primavera
habrán diseñado un manto turqués
en donde el durazno hará flor…
en esa tierra roja y dulce
ha de madurar un delicado rostro
de profundos ojos
por dónde el horizonte
se tornará claro e infinito
personal y tierno
tierra para el ser de los duraznos…
6.9.2024
Me encantan las imágenes de optimista ternura en este poema, apreciado Lobo.
ResponderEliminarGracias Eldi
EliminarGracias por este cuadro!
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