Aquí es mi muralla raída
donde arde mi fuego.
Si entras, ven:
dobla en dos tu gemido,
como pañuelo, tu lágrima.
Aquí es donde sueña
sueños verdes la Mariposa
y el Venado mastica arcoíris.
Pasajero, si has de entrar,
afila a buido diamante
tu cólera
y afuera deja arrojada tu conmiseración.
Esta es la puerta
de mi casa escarlata.
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