Llevaba a flor de labios una duda
la incubé desde que el día se fragmentó…
La calle tan ancha fue el primero de los retos
otro ahí no más me interceptó
un saludo tras otro
la mano extendida
la bolsa de papel mostrando un pan…
Busqué escapar del bullicio
los timbres
las voces
los coches detenidos
seis perros ladrando…
Aquí detrás del ventanal
veo aquel gorgojo tratando también de huir…
Le hablo
eres mi compañero digo
ambos no lograremos nada
pero aquí estamos
bajo el mismo afán
sabiendo que tal vez más tarde
la calma caerá de golpe…
Y fue así
desde entonces lo busco
convencido que habrá
entre todas mis dudas
alguna respuesta por arrancársela al día…
Bello poema envolvente, interesante, mencionando la eterna búsqueda que emana de nuestro íntimo ser. Felicitaciones.
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