En ti el océano se retortija.
La
tormenta que viene encima oculta constelaciones,
Pero sigue él mismo.
En
algún lado más allá del tiempo la lluvia
de
nuevo susurra,
un
aviso abigarrado y rápido de lo que existe
sobre
lo irrelevante
que
sin embargo sustrae a ninguna parte lejana,
allá
donde canta y se agita, canta el agua,
donde
la hierba silvestre, montícula y de estepa
no
conoce duelo.
Y
seguimos callados moviéndonos entre acontecimientos
como
en un bosque pero
¿Quién
nos relatará lo que veamos?
Y
aun así tenemos algo.
En
ti el océano se retortija
y
vuelve a dejar su huella
En
la arena de la costa, algo como
caracoles
y algas.
Más,
si cede, inhalando tan enorme
que
lo notas solamente por una raya
dejada
al pie de las rocas que marca
el
nivel de la sal que hace un rato se ha estremecido
al
borde de lo dicho y lo oculto
como
esta lluvia que mesuradamente está pasando
sobre
nosotros.
Estamos
de pie, cubiertos, cada uno
sintiendo:
como
inmensa- y lentamente, elevándose en lo alto
el
océano se retortija
y
la sencilla y huérfana costa
siempre
le da acogida
lavada
con ola y salpicaduras,
derecha,
mirándolo sencilla y mera.
Incesante
ventregada
pequeña de rasgos y cosas,
el
cruce,
la
costa.
Noviembre de 2019
Traducción de Sergei Batonov
0 comentarios :
Publicar un comentario