Mujer afgana me siento de pies a cabeza,
sin turbantes ni burkas que cubran mi rostro.
Lo exhibo con mis lágrimas.
Dolor, angustia, nostalgia encierran sus aguas.
Navegan la historia de los talibanes.
Nada bueno le traen al mundo.
La hacen recular en el tiempo para llenarlo de
espanto.
Me deja sin aliento pensar en épocas que al
galope
regresan con el fusil al hombro, el terror a
bordo
con bellacas acciones de matar la libertad.
Un asesinato que se anuncia a mi yo.
Al yo de tantas mujeres que veo retratadas en mi
padecer.
Sufro al ver cómo entregan a sus hijos.
Tratan de salvarlos de la miseria humana
que bajo el horror del siglo les espera.
La Humanidad condena el desenfreno y la
brutalidad.
Me toco el alma, la tengo en pedazos.
El corazón en hilachas.
No me hallo.
Sollozo y lloro hasta agotar mis lágrimas.
Me palpo y no soy yo misma.
Me martirizan y me oprimen.
No sé si puedo declararme afgana bajo el
temor
a ser ejecutada por reclamar mis derechos.
Se esfuman ante mis sueños.
Soñar un planeta con justicia donde la mujer
tenga su lugar.
Un rincón donde pueda ser ella sin miedo
a ser violada o que le corten la lengua.
Ya sus alas están rotas.
Como desmembrada me percibo yo.
Hombres y mujeres huyen de una realidad
de espada y machete a la vista.
Armas hacen su fiesta ante las miradas que se
pierden.
La muerte se anuncia con polvo y verdad.
Y yo desde mi orilla sólo puedo implorar
por la suerte de mis hermanas.
Por un instante me permito ser afgana
que no calla y rasga el silencio a grito herido.
!Uffff! Cuánta sensibilidad arroja tu poema de lágrimas poéticas frente al dolor de la mujer afgana...cuánta injusticia y barbarie.
ResponderEliminarGracias por compartirlo