(Cuartetos alejandrinos)
Apagados los fuegos que profanan las
dudas,
vivirán los recuerdos de los ecos pasados,
en la voz de poemas, que con versos alados,
perlarán de nostalgias las certezas desnudas.
Ya devuelve la mente las ocultas verdades
de paisajes difusos que se vienen de lejos,
y vigilias impías de mentidos espejos
nos reflejan enigmas, al fugar las edades.
Volverán las preguntas a buscar las respuestas
en los vuelos eternos que regresan al nido
con las alas sin viento, por el tiempo cumplido,
y los plazos que duelen al perderse las gestas.
Desbrozando los sueños al compás de latidos,
se grabaron las huellas en caminos de brumas,
y borraron las olas, de salobres espumas,
tempestades de días y placeres prohibidos.
En la playa quedaron los inertes despojos
de naufragios hundidos por remotas mareas;
intenciones frustradas, inconclusas tareas
y fantasmas de aquellos que cerraron los ojos.
Claudicaron los sueños y sus mil fantasías
de futuros eternos y gloriosas mentiras
carcomidas de dudas, que se queman en piras,
que los años juntaron en ingenuas porfías.
Resumiendo fracasos, perseveran las penas
y el dolor extenuante de la lágrima lenta,
que desgarra los velos en el alma sedienta,
por la duda perenne que corroe las venas.
La conciencia reclama con la voz que persiste
tras la sombra que ciega la mirada final,
y despeña recuerdos de la ronda fatal,
al vivir en el filo del peligro que existe.
Y el hartazgo de todo reproduce vacíos,
distorsiona los hechos y le miente a la vida
con caprichos absurdos, de la mente perdida
en promesas quebradas que generan hastíos.
Ya se alarga la sombra por el sol que declina
y la tarde se tiñe de dispersas memorias
que veladas de
escombros y vetustas historias,
se convierten en mitos que la muerte fulmina.
Cuando azoten
los vientos sus tormentas finales,
los recuerdos
dolientes preñarán horas mustias
y de tiempos
lejanos volverán las angustias,
con su fúnebre
canto de salmodias rituales.
La frontera
penetra, terminó la jornada,
y las nubes
anuncian desterrados olvidos
que confunden
la suma de los días vividos,
con la noche constante que comienza en la
nada.
Carlos Oyague Pásara
Poema ganador del primer premio del XIII Certamen
de Poesía “Luz de Luna”.
Hospitalet de Llobregat, Barcelona, España,
9 de Noviembre de 2019
La frontera penetra, terminó la jornada,
y las nubes anuncian desterrados olvidos
que confunden la suma de los días vividos,
con la noche constante que comienza en la nada.
GRNADIOSO TRNAASITAR EL SUYO POR LAS SENDEROS QUE CONDUCEN AL OLVIDO. YO LO LLAMO AL RECUERDO QUE SEREMOS,Joseph Berolo. Naciones Unidas de las Letras, Con su permiso publicaremos APAGADOS LOS FUEGOS en nuestro portal.Gracias
Un poema conmovedor, gracias por compartir.
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