Mi obsesión por aquel rincón
un estrecho hueco
en tierra
aquel que mis
huesos repelen
mientras mi
alma lo llama…
Miro desde la
torre de cristal
aquella que
crece entre nubes y azul
esperando que
una hoja caída
la piedra rodada
o la marca de
un nuevo brote
señalen el
mágico lugar en el que
aquella tumba
se ha cerrado de oscura noche…
Mientras que
el latido en la sien
me impele a
seguir buscando
iré por
aquella definitiva fosa
la de todas
las muertes
la misma que
la vehemencia de mi alma
no
ha querido librar al olvido…
EXORCIZAR A LA MUERTE PARA FINALMENTE ABRAZARLA , COMO LO HAREMOS TODOS.
ResponderEliminarMuy buen poema, superior expresión en versos sobre un amor que se niega a morir. Felicitaciones.
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