A mi hijo Francisco Eduardo (in memoriam)
Ya no cabe tanta agua en mi recuerdo
ni tanta lluvia cabe
entre la lluvia;
“EULER RAMIRO GRANDA”
Jugábamos a las escondidas con los relámpagos
y cuando el trueno estremecía el aposento blanco
donde tenías que pasar tu vida, nos abrazábamos
hasta que un sueño de espuma te cubría.
Tu risa
y la lluvia
se fue tornando en suspiros,
como hilacha del tiempo,
tu voz
se fue rompiendo en ausencias.
Tu risa
y la lluvia
van deshojando los recuerdos
que reposan en las campanas,
en el musgo donde duerme la orquídea,
en los atardeceres que gota a gota
se vuelven, noche,
amanecer,
grito
soledad.
¡No para de llover!
Tu estrepitosa risa
se deshace en el infinito
mientras a la lluvia
la confundo tu voz.
Me hizo llorar de nostalgia tan bella poesía, gracias por permitirme llegar a ese estado que hace años no experimentaba. Eso sí es poesía.......
ResponderEliminarAbsolutamente bella en su infinita tristeza.
ResponderEliminarMe encanta!!!
Poesia de mucho sentimiento. La felicito
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