Hay ocasos que tiemblan...
Hay ocasos que iluminan el alma...
Hay ocasos que aterran... Que espantan…
Hay ocasos que conmueven… Que rebotan en las
emociones
y se alargan… Y se continúan ya entrada la noche…
Casi casi hasta la madrugada…
Ésos son los peores ocasos… Los que no deseo que
lleguen…
Los que no deseo que desvelen…
Hay ocasos que esperan…
Una caricia, un apretado abrazo, una sonrisa…
Hay ocasos mudos… Sin aves, sin trinos…
Hay ocasos en que no entiendo nada…
Aunque ya sé que no se trata de entender…
Acá sólo estamos de paso… Sólo para hacer
algunas cosas
y después morir… Y soportar esta soledad que, a
veces,
se vuelve insoportable… Recuerdo a Emily…
Anoche soñé que tenía ante mí una enorme pila de
tarjetas,
y debía firmar al recibirlas…
Espero que me depare algo bueno ese sueño…
Indescifrable… Como la vida misma…
Como el entorno mismo que nos rodea y nos
abarca…
Y, a veces, nos desalienta…
Pero no quiero filosofar… Estoy, lo intento al
menos, haciendo Poesía…
Cruda Poesía hoy… Cruda y desolada…
Como el ocaso que cayó lento e insoportable…
Lento y amargo… Lento y misterioso…
Con rosados furiosos… Con dorados brillantes…
Sereno y apacible… Silencioso…
Pero no por eso menos lento e impredecible…
Pero no por eso menos indescifrable…
Hubo ocasos felices… Compartidos…
Cuando recibía llamadas por teléfono… Siempre al
ocaso…
Ésos ya no volverán… Ya él se fue para siempre…
Ya sus llamadas no llegarán más…
Ya en mi alma dejó sepultada una pena inmensa,
inabarcable, inaudita y honda…
Ya dejó sepultada una pena indescifrable…
Como este ocaso de hoy… Como este ocaso…
Que estalla en mil palabras… Aunque no puedo
encontrar las exactas…
Aunque estiro mi mano y no puedo aferrarlas…
Quizás me las arrebató el mismo ocaso…
Ocaso difuso y lento… Ocaso solitario y lento…
Ocaso que se va… Se va… Se va y no vuelve…
Como golondrinas portadas por el viento…
Como tigres al acecho… Como ligeras gaviotas…
Como garzas en los pantanos… Como albatros en
vuelo…
Como pingüinos entre los peñascos…
Como indómitos caballos que atraviesan el
puente…
Y parten… parten… parten… Velocísimos y bellos…
¡¡¡Y no se detienen!!!... ¡¡¡Y no se
detienen!!!...
¡¡¡Y se olvidan de la solitaria amazona que
desearía tanto irse con ellos!!!...
* LILIANA ESCANES, desde mi humilde rincón de
“LA CASA AZUL DE LA POESÍA”,
Abril 23, 2023, Bahía Blanca, Argentina *
Que bello poema muy bonito gracias
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