Mis ojos sin luz al frente
sólo ven el sentimiento
y yo digo... y me pregunto:
¿por qué pensar en el verso?
Cuando mi canto es silencio
y como el agua se pierde
en cielo oscuro y dantesco.
Pero la mente me lleva
al confín de mi deseo,
y en mi boca limonada
los versos que saboreo.
Pudiente alma que los crea
cuando abruma al pensamiento
y aunque mis ojos no vean
me llevan al firmamento.
C.ROMÁN (© Derechos Reservados )
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