Te toqué por las avenidas de tu cuerpo con la intensidad de
mi mirada y se encendieron luces y se iluminaron señales.
Te saboreé en los ríos y los estanques que sueles llenar en
días de lluvia y con la sed de mis ojos te bebí en cada mirada.
Te miré intensamente recogiendo estrellas y esparciendo
semillas. Sembrando sonrisas y anidando vientos. Con una mirada posada en el
borde de la tasa en donde te tomaba en cada sorbo. Y sabias a fruta madura, a
trigo y a polvo de esas estrellas.
Te sentí dentro del hueco de mis manos. Donde cabías todo y
el olor de
vino derramado se esparció por mi cuerpo dándome escalofríos.
Te bese con lástima porque no estabas. Te bese con mis ojos y tu sabor estaba
en aquella tasa. Y tú piel en la copa de vino y tu esencia en la semilla. Y tu
figura en la estrella.
Podemos tomarnos de la vida una y mil esencias. Gracias por regalarnos este poema tan bonito!
ResponderEliminarQue hermosas y profundas expresiones. Sólo una persona con sentimientos puros puede resumirlo en un poema.
ResponderEliminarSólo una persona especial, con un alto grado de desarrollo consciencial puede escribir está maravillosa poesía de amor verdadero e incondicional. De gran sensibilidad
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