No ha de haber palabra alguna
Una imagen, una intuición,
Descender cada escalón buscando
El profundo infierno
Cargando el miedo
Soportando el ruido
Respirando corto…
El raspar de los metales inserto a los huesos
Ha dibujado el vacío gris del bosque
Y sigue cada escalón descendiendo
Para encontrar el plomo incrustado a la carne…
El páramo baldío de las trincheras
Los hoyos inmundos en sangre
Las huellas de cascos en fuga
Mientras los pies descalzos sienten
La fría sensación de la roca
Para encontrar de golpe el brillo mate
De un espejo
Un rostro
Una imagen
Un tiempo sin tiempo tic toc marchando…
El viento irá borrando la noche
Dejando unas inexpresivas manos
Esperando para retirar de las teclas
La dulce voz del piano…
Sin la última imagen
Sin la última voz
Lo irreal se ha hecho del espacio entero
Incoloro sometido al dolor
Rictus, gritos, manos inertes
El paso final sobre el último escalón
Todo el infierno retenido entre los dedos…
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