Al Dr. César Soriano
Vemos estrellas redondas como rocas
en el frondoso bosque de árboles cuyo perfil es gris
Y la oscuridad del horizonte se esconde
de aquellas.
El bosque es un pozo hondo. Los astros
caen misteriosamente.
Son casi grandes, pero resbalan, y hay un vacío enorme.
A veces originan leves incendios donde
asoman
señales de angustia, de melancolía o desesperación.
El pino veloz las traga junto a los dátiles.
Sólo la voz del sabio llega al atardecer
y con leve energía.
quedamos lánguidos y opacos de tanto volar.
No obstante yacen, allá en la lejanía,
en nuestras propias cenizas azules.
Somos huérfanos. No podemos ver. Estamos extraviados.
Pero aquella tarde, sin problemas, el Maestro descubrió el
ancho río
y le brindó una ramita de retama al pintor de Barrios Altos
y asomaron los ojos de la esperanza.
Hoy cuelgan tímidos los girasoles de Van Gogh
bajo el horizonte atormentado.
ROSINA VALCÁRCEL. junio, 2025.
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