PUERTA
PRIMERA (Osadía)
Su
cuerpo,
expandido
y deforme
por el
hielo del hastío,
no la
logra atravesar.
Vegeta
entre la náusea y el miedo.
Miedo a
las grotescas sombras.
Sombras
que jamás tuvieron forma.
Su cuerpo
mendiga un atisbo de cordura.
PUERTA SEGUNDA
(Sensualidad)
La música
envuelve
sus sentidos,
los
púdicos y los sensuales,
la
engaita y embriaga.
La
seduce.
Sus pies,
anclados
por la soberbia
al frío
piso del umbral
que
congela la visión,
no logran
dar el paso.
PUERTA
TERCERA (Quiebre)
Extenuados,
su mente
y cuerpo envueltos
en la
telaraña viscosa.
PUERTA
CUARTA (Liberación)
Siempre
estuvo abierta a lo largo de su existencia
El vacío
de su caída
fluye sin
resistencia.
Ni el
miedo
ni el
hastío ni la soberbia
lo entorpecen.
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