Ser,
Una silla de lona y madera
Soledad, sabe a sal, a sanación,
En una playa de aves sureñas,
Desierto en fondo musical,
Haciendo memoria,
Creando espacios nuevos,
Frente a olas pacíficas, fuertes, indomables,
Y huerequeques confiesan
Es tiempo,
De sanar,
Para abrir alas replegadas,
Sacudirse las plumas muertas,
Volver,
A ti, a mí.
Ser.
Me encantó Claudita
ResponderEliminarSoledad y nostalgia en un mismo frasco, pero hay algo como un rayo de esperanza que debe ser lo último que se pierde. Bello, bello poema, amiga Claudia. Te felicito.
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