Yo que sólo te beso a ti
en tu boca beso a todas las demás
allí donde arden mil imágenes de
mármol
aunque solo se consuma mi corazón
como una hiedra que se ovilla
sobre tu cuerpo
para retener el primer y el último
quejido.
En tus labios pienso
y a través de ellos resoplo las
tonadas
de las mejores estrofas de amor
que inventaron los maestros
y si bien eternamente las
recuerdo
dejo estropearse al tiempo
pues nada sucede
y ya nadie canta igual que antes.
Tuya es la verdadera poesía
que desnuda corre por un campo
entre magnolias de hojalata y
fantasmas
tuya es el agua que fluye
y te pertenecen también el ardor
los crepúsculos el infatigable mar
que siempre retorna a mí
después de haberte besado los pies
oh limpia estatua de Calíope.
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