Cuando pido que cantes
surge un seco silencio
sobran todas las palabras
como todos aquellos curiosos requiebros…
entonces espero se quiebre
la verde pradera cual cristal…
espero el eco devolviendo tu voz
en dulces formas de caricias
sueltas en aquel canto encapsulado
de tu intensa pasión…
cuán lejos me parece ahora
el continuo golpe de las olas
sintiendo que la tarde ya en retirada
abandonó toda ilusión
acaso después
de tu última tonada...
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