Pequeña en tu volátil cuerpo de luz
vagas intermitente en la fugaz noche
cuando el brebaje engaña
entonces el añil es más negro y denso
cubriendo las largas hojas
del intrincado telar de ramas…
no vendrás a posarte en mis manos
danzarás tal vez muy cerca a mis ojos
en ese ir y venir de delicado zumbido…
eres fiesta, eres noche
dulce minanculí
ahora sigo tu último requiebro
el vuelo dejando una estela perlada de estrellas…
eres mía aún en la distante fatiga
mientras esos brillantes rayos de luz
opacan por entero
toda tu belleza…
Precioso poema de principio a fin.
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