I
Vienes,
Tristeza,
No
te conozco
Inundas
mi pequeño, nebuloso, insondable ser
Una
caricia, un juego, una puesta de sol…
Y
ya no estás.
II
Vienes,
Tristeza,
Te
acojo, te proceso, te entiendo
Te
convierto en melancolía y te disfruto
Te
ofendes y te vas
Dejando
un, a veces, imperceptible poso
III
Vienes,
Tristeza,
No
te quiero, me amurallo
Buscas
las grietas, te adhieres a ellas
Luego
te secas y caes
regando
sombras…
IV
Vienes,
Tristeza,
Te
repudio, me vuelvo piedra
No
penetras, merodeas incansable
En
venganza, aviesa,
Robas
mis recuerdos.
V
Vienes,
¿Tristeza?
Me gusta el poema. Tiene optimismo y lucha.
ResponderEliminarLee este:
Hola tristeza.
Vamos
ya quiero decirte adiós.
Si no te amo
no sé qué misterio
te aferra a mí.
Estás como el moho dañino
avanzando
desde todos los rincones.
Una puerta
sé que nunca
te abrí,
no supe reconocer
tu encubierto llamado
¡eso sí!
y ya desde niña
-¿en el útero?-
sentí, inocente,
tu enrollada presencia.
Vete,¡por Dios!
Tengo derecho a liberarme de ti,
ver diferente
el tiempo que me queda.
Gracias por tu opinión, y por compartir "hola tristeza", no lo conocía; me gustó. Hay que botar a la tristeza.
EliminarEs un alegato que defiende el deseo de oponerse y sobrevivir a la amargura de la existencia. La tercera estrofa es bastante elocuente. Muy buen poema.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras Víctor Hugo, me alegro de que te haya gustado.
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