Unos
segundos de domingo y sol
el golpe
feroz del fierro te arroja por los aires
caes
estrepitosamente al suelo
Se rompen
los huesos como vidrios viejos
¿Quién
eres ahora? pregunta una voz de antaño
Tú
contestas simplemente unas verdades:
Un cuerpo
hecho trizas
Un injerto
de pieles y costuras que sangran
Un fuego
que quema el leño de la pierna herida
Una
costilla astillada en el pulmón
Un húmero fracturado
Una
clavícula desencajada
Un puente
abierto entre el tobillo
Unos
brazos atados para que otros no me lastimen cruelmente los hombros
Una cabeza
que divaga
Un
espíritu habitado por ogros que me atormentan
Un
martirio cotidiano que desconoce a su verdugo joven
Soy
un sueño
volátil
sin
arraigo…
Muy vívida descripción.
ResponderEliminarPoética descripción de lo que sucede en casi todo el hemisferio en el cual intereses ajenos quieren y muchas veces logran destruir hábitats destruyendo selvas y lo que sea solo por un beneficio económico. Muy al día esta expresión.
ResponderEliminarEstremecedor poema. Nuestra patria rota navega en la pluma del poeta.Felicitaciones
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