En qué lugar
estarán nuestros lazos
que en esta
tarde alistaron sus rosas
para
contarnos historias suntuosas
de caballos,
de reyes y de ocasos
Ese día
saldamos los abrazos
en su tiempo,
como todas las cosas
que se tornan
humildes, silenciosas
y relucen al
fin cual fogonazos
Hoy te has
ido siguiendo aquella ruta
de floridos
recodos y amapolas
y la huella
doliente nos enluta
Este día la
mar hincó sus olas
y los vientos
tomaron la batuta
que dejaste
entre eternas caracolas.
Adiós, querido amigo.
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