UNO
Agria luz por los
párpados en agonía,
luz aguada, gualda,
con olor a piel de mármol
cuando llega la hora
de la muerte:
el periplo se cierra
y las cadenas crujen,
la mente se hace
témpano y el latido un tambor de rito,
una red de
carámbanos las venas.
¿A quien llamar
cuando el momento del frío
ha llegado?: nadie
está a tu lado
en toda la multitud
de amor que te rodea.
La muerte tiene un
tímpano que tintinea
con sabor a cristal
esmerilado:
lo oyes varias veces
a lo largo del tiempo de tu vida
pero por fin se
llega al último y definitivo
y el silencio
taponándote
y la mudez en lo
sórdido
de lo oscuro son tus
únicas alternativas.
Aceza y sonríe, animal corporativo.
DE: Wakonada, inédito, pp135.
www.felicianomejia.com
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