Mis
crisantemos
de ajenos pétalos magros sin hojas
derramaron luces en blancuzca sombra
con maído baja voz
mientras el tiempo sigue latiendo
por los linderos del patio…
Ajeno es
el alargado jarrón abandonado sobre el piano
junto a la indeleble fotografía
mientras tus manos hacen de la música
aquella quietud que
irrumpe
cubriendo todo espacio…
Allá el cerrojo mohíno
incrustado a la cerrazón
de una puerta nunca abierta
jamás cerrada…
Aquellos crisantemos han invadido
el vacuo espacio oscuro
en un lóbrego sentimiento…
Ante el espejo
el último de mis pensamientos
tal vez con la misma tímida sonrisa
de una vida quizás insumisa
abriendo pasajes entre senderillos
altos muros y la inconclusa calzada…
He entonces de ir al encuentr0 entre mil
pétalos
tan sólo por una hoja verdeando
por todas las voces en canto
para sentir en cada latido
que sólo encontraré en un tardío olvido…
BELLO
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