Una vez más, la mano arruga la sábana de lino
con la palma humeante,
enferma de nostalgia.
En ausencia del amor
la cama se extiende exponencialmente.
Sin límites es mi sed,
una cueva seca es el vacío de la vista,
un nido de víboras es mi corazón;
la sonrisa de la luna entre los abetos
es solo un lejano recuerdo.
Bajo el sol invasor del infierno
dentro de nosotros,
ninguna maldición ya no se desenreda.
Traducción de Luis
Raúl Calvo
Bonito poema Flavia. Sigue sembrando tus flores. Felicidades!
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