¿Te acuerdas de esas calles tan estrechas
que nos juntaban a la fuerza
haciéndose a las
graciosas?
Y de esos tejados
noveleros
que se rizaban las
pestañas sólo para vernos pasar?
¿Te acuerdas de la laguna
inoportuna que se sentaba entre nosotros?
y sin ninguna vergüenza
se ponía a escuchar
chismosa,
Su aire, la inclinación
de sus orejas aún las conservo
y las busco en mis
bolsillos cuando voy a caer
Tu mirada a las estrellas
la he perennizado
la sigo guardando como
amuleto
para las noches
en que camino sola
Nadie sabe que todavía
guardo tu chompa azul
con la que nos
cobijábamos los dos, para no temer a la noche
Y cuando vuelvo a mi casa
antigua y bella
saco los adobes tras los
cuales
he escondido tus palabras
las busco y escucho
nuevamente una a una
letra a letra por
milésima vez
Y cuando no llueve ni hay
estrellas
y cuando la pena se pone
testaruda y terca
me hago a la que no la
escucho
y te hago hablar en voz
alta (es una grabación, nadie lo sabe)
y cuando me duele tu
ausencia
y los años
recreo de nuevo tus
pasos, el brillo de tus ojos
y voy moldeando tu
verdadero rostro de nuevo
para guardarte
para guardarte
para guardarte
Muy romántico poema, hermosa manera de decir cuánto se ama a alguien. Mi felicitación, distinguida poeta.
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