Ya no hay payadores
vení a aburrirte con nosotros un rato
de los que se afeitan en las zanjas con facón s
in jabón
de esos, ya no quedan
Ya no hay payadores
eran atentos a la palabra
estaban pendientes de concatenar frases
de tropezar con la rima
frases de peatones al caminar por la tumultosa calle
Corrientes eran congeladas por sus lenguas
apostaban al batarás
llevaban un facón en el abrigo, en la campera, una
marina en el bolsillo pa la bronca
usaban dos pañuelos y un peine corto
medían al contrapunteo sin vacilar
vos te los tropezabas frente al cajón de un limpiabotas
o al lado de un vendedor de periódicos
tal vez al lado de unos billetes de lotería
entre asesinos y prostitutas que jineteaban en la
esquina
en las ochavas de la calle Esmeralda.
Los payadores se mudaron a otra parte
de los que llenaban una mesa entera con botellas vacías
encendían un tabaco con otro
pedían rondas de licor
de esos que te decían adiós con las manos y las uñas
les fiaban la ginebra
los ceniceros eran sus amigos secretos.
A pesar de las turbulencias decían “salud”
se despedían de las sillas del bar como si fueran su
caballo.
Me gusta mucho, esas si son imagenes bien representadas en unos versos poco comunes que sin importar el pais llegan facilmente a quien ha vivido. Me encanto la ultima estrofa.
ResponderEliminarYa no hay payadores. Excelente poema, homenaje y despedida. Desde que el tango cambió de estrato, en payador quedó en la mente enamorada de sus.gentes. Roger. Gracias por brindarnos estas imágenes.
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