Arde la vida,
Lo sabe, está hecha para arder en amores.
Recoger en sus manos
las penas del amado,
limpiar lacras en su piel maltrecha,
caminando descalzos por senderos nuevos.
Amplios senderos donde encontrarán las claves.
Ya no habrá marcha atrás,
dejamos los nubarrones,
los fríos inviernos con escarcha en las
pestañas.
Frustradas están las siluetas de los
sátiros burlones,
las ninfas envidiosas
con los cántaros vacíos.
ahora beberemos
de otros manantiales.
Ya no hay marchas atrás
para rebuscar los rincones clandestinos,
Gracias mil por compartir este poema que vale un viaje al amor, CAVO
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