La luz del alba
borra las huellas de la noche
implacable transcurre el tiempo
aunque me gustaría detenerlo
como una foto, captada por la cámara
pues tan valioso como una fruta en su árbol es el amor.
Como la luna que asciende en la noche
así eres, amado, da igual lo que pase
da igual dónde estés, te guardo en mi corazón
desde que estoy enamorada mi mundo cambió
porque dos corazones encontraron una casa de ternura.
Rayos de sol pulsan las cuerdas del amor
y aclaran el amanecer de la esperanza.
Traducción Anna Keiko –
Germain Droogenbroodt – Rafael Carcelén
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