Mañana
me habré nutrido del todo en algarabía
la
misma que sacude la fragilidad del cuerpo
al
asalto inquieto de un buen vino
la
vieja guitarra
una
añeja voz que se agrieta en la embriaguez
con
la que se cierne la noche…
Será sin
duda otro día
sin
las horas dormidas
ni el
trajín detrás del mostrador
con
la misma cuchara de palo
el
delantal manchado
orillando
el caldero con un buen caldo…
Cuando
en la calle
salte tras el madero del viejo
coche
acariciando
la testuz de mi mula
sabré
que en el recuerdo de aquellas carcajadas
está
encerrado un mundo
al
que no le faltó nada…
Cuando en la calle
ResponderEliminarsalte tras el madero del viejo coche
acariciando la testuz de mi mula
sabré que en el recuerdo de aquellas carcajadas
está encerrado un mundo
al que no le faltó nada…