Llega un
quijote a la soledad de mi verdad,
hace duetos y
abre candados
y al irse a su
morada regresa mi oscuridad
y se hace noche
y me atrapa.
Y ciego voy
tanteando por los lados,
evito los
abismos, los voy esquivando…
mas, vienen los
que empujan,
los de siempre,
los del odio enraizado.
Sus rastros son
simientes,
riegan los
Holocaustos…
Mi pluma tiene
sed…
Mi brazo está
cansado…
Ernesto Kahan ©
Agosto18, 2013
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