Te observo a distancia y sonrío,
con la sonrisa del que sienteen sus venas la esperanza.
Abejita laboriosa sin paga,
sin esperar miel de mis manos.
Sigues labrándome la vida,
cuidando mi jardín,
arrancando mis abrojos,
saciando la sed de mis silencios.
Eres fuente de paz, sabiduría.
Controlas el oleaje febril de mis desvelos,
cuando quiero arrancar de mi pecho las espinas,
cuando grito desesperada para llenar mis vacíos,
cuando el eco retumba en mis entrañas,
Y mis bóvedas de cristales se fragmentan.
Sabes ponerle juicio al desvarío de esta vida a cuestas.
Eres luz diamantina en mis adentros,
manantial fresco que limpia mis heridas,
pájaro que me prestas sus alas
y se queda en la orilla picoteando mis desganos.
Sabes valorar mi locura.
Eres sabio en tus juicios
Eres sabio y te amo.
Carmencita del alma, tu poema es amor puro por sí mismo más el tono de agradecimiento hace ver tu estatura espiritual portando fuerza y amor simultáneamente. Bello poema para alguien especial en tu vida. Felicitaciones y bendiciones para ti hoy y siempre. Cariños.
ResponderEliminar